El otro día, una amiga me comentaba acerca de un chico con el que estaba saliendo hace ya unos meses.
Ella estaba triste, porque a pesar de ser atenta con él y muy complaciente en varios sentidos, este parecía solo buscarla para tener relaciones.
Según ella, no es que él la tratara mal cuando salían, pero una vez que iban a su departamento y terminaban de tener relaciones, el chico se alejaba y ella se sentía como que sobrando en su espacio.
De un momento a otro, sentía como si ella ya no tuviese valor para él.
De eso voy a hablar en este artículo.
Qué es el valor en sí y cómo el entender bien este pequeño concepto nos dará luces sobre otras situaciones en donde no encontramos sentido al repentino cambio de comportamiento de las personas.
¿Qué es el Valor?
Según la RAE, se entiende por valor al grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite.
Afortunadamente, esa definición está muy bien y no tendré que pulirla tanto.
Veamos.
El valor puede ser positivo o negativo, es decir, valoramos las cosas con relación a si benefician o perjudican nuestro bienestar.
Lo que se entiende como beneficio o perjuicio del bienestar viene dado por la sensación de placer y displacer que experimentemos en dicho momento.
A mayor placer, mayor bienestar.
A mayor displacer, mayor es el déficit de nuestro bienestar.


De estas dos sensaciones se derivan nuestras necesidades y deseos.
Básicamente, los deseos representan la búsqueda de ese placer, mientras que las necesidades representan la búsqueda del alivio de cualquier tipo de displacer (malestar) que tengamos.
Así, entendemos por satisfacción de deseos a la obtención del placer esperado y, a la satisfacción de necesidades, como la obtención del alivio.
De aquí nace la definición más esencial de lo que entendemos como valor, que es el grado de potencial alivio o placer que un elemento de nuestro entorno nos podría proveer.


Y presta mucha atención a la palabra POTENCIAL.
Porque se trata del alivio o placer que un elemento nos podría otorgar, mas no el que ya nos ha otorgado.
¿Por qué es importante destacar esto?
Porque al momento en que se obtiene el alivio o placer que se busca, se da por satisfecha la necesidad o deseo que se tenía.
Y si ya no se tiene ningún tipo de Necesidad o Deseo que dicho elemento pueda ayudar a satisfacer, automáticamente pierde todo el valor que percibíamos en él.
Esto lo podemos observar cuando tenemos hambre o sed.
Añoramos la comida o el agua y no dejamos de pensar en aquello hasta que se nos presenta y muy gustosos empezamos a consumirlo.
Pero, a medida que ingerimos el alimento o nos hidratamos, cada vez va siendo menos placentera o aliviadora la acción, hasta que llegamos al punto donde simplemente ya no queremos más y ya no nos interesa, aun si nos vuelven a servir otro plato de comida u otro vaso de agua, porque ya no tienen valor para nosotros.
Nuestra necesidad o deseo ya fue satisfecho.
Esto también explica por qué cambia tanto el comportamiento del hombre una vez alcanzado el orgasmo.
Satisfecho el deseo o necesidad sexual, la percepción de valor que tenía de la mujer con la que estuvo, baja.
Lo único que quiere es ya irse y continuar con lo suyo.
No la quiere abrazar, no la quiere besar, nada.
Esto ocurre cuando el único valor que percibía en ella era de tipo sexual.
Si percibiese valor en ella en otro sentido, como el social, seguramente sí se quedaría gustoso acostado con ella hablando de lo que sea.
Todo esto por el lado de lo que percibimos como valor en un sentido positivo o de placer.
¿Pero qué hay del displacer o valor negativo?
¿Qué es el Valor Negativo?
Entiéndase por valor negativo al grado de malestar que un elemento nos podría proveer.
Ya no hablamos de si algo nos hace un bien, sino un daño.
¿Y qué podría ser esto?
Exacto, algún elemento que nos pueda ocasionar daño físico, como algún animal venenoso o un criminal.
Lo valoramos negativamente y en respuesta lo evitamos.
Pero el punto de todo esto es que no solo lo que consideramos como “peligroso” termina siendo valorado de forma negativa.
No.
Con valor negativo nos referimos a absolutamente cualquier tipo de malestar que un elemento pueda representar, ya sea físico o psicológico.
Por ejemplo, en el caso de las mujeres.
Algún intenso que pasa haciéndole favores y les causa molestia porque las pone en “compromiso”.
Si ve que este tiene intenciones de cobrarle los favores de alguna forma romántica, por más buenas intenciones que este tenga, si a ella no le atrae, lo verá como una molestia y será valorado de forma negativa.
¿Solución?
Se lo evita.
Lo mismo sucede cuando corres el riesgo de que te relacionen con alguien percibido a nivel social como perdedor o cualquier otra etiqueta de valor social negativo (perjudica tu estatus social).
Es por esta razón que uno de los factores más importantes a mejorar de tu Valor de Mercado Sexual es tu comportamiento y la prueba social.
Prosigamos.
Valor Intrínseco y Valor Extrínseco
Por otra parte, tenemos también la diferenciación con respecto a si eres tú quien es percibido con valor o si eres un simple medio para obtener el valor de otro elemento.
Por ejemplo.
Si besas bien, si das buen sexo, si eres divertido, si sabes cantar, etc.
De ti proviene el valor que no podría ser obtenido de otra manera, entonces es un valor intrínseco a ti.
Eres tú el elemento que será percibido con valor.
Por otro lado, si se trata de tu dinero, si eres tú quien facilita las experiencias (ir a restaurantes, paseos, conciertos, etc.), estás aportando con valor extrínseco.
No eres tú quien hace mágico el momento, la experiencia sensorial o cognitiva no proviene de ti, eres un simple medio.
Por lo tanto, no serás percibido con valor, serás más bien el precio que hay que pagar para obtener el valor extrínseco que ofreces.
Y todo parecerá que va bien mientras el costo que representes para acceder a los beneficios que provees sea lo suficientemente bajo o nulo.
Pero, como mencioné, si te perciben con suficiente valor negativo al punto de que ya no ven factible el salir contigo para vivir cualquier tipo de experiencia que ofrezcas (el costo de relacionarse social o sexualmente contigo cuando no posees valor en ninguno de esos dos sentidos, es muy elevado), serás descartado y reemplazado.
Conclusión
El ser humano pasa su vida anhelando escenarios que, una vez alcanzados, lo dejan con un inexplicable vacío.
Satisfecho, sí, pero no cabe duda de que era más feliz cuando lo deseaba que cuando lo tenía.
¿Cómo se ve esto reflejado en el Mercado Sexual?
Piensa en todos los memes que publican las mujeres, donde hablan del hombre de sus sueños que las trataría como reinas, pero cuando les llega, lo dejan.
Lo mismo cuando quieren que su pareja cambie, pero cuando cambia… ZAS… le pasan el hacha.
Obtuvieron lo que querían y ya no lo valoran.
Es en ese contexto específico donde toma especial importancia el comprender este concepto.
Me refiero al valor social, por supuesto.
De ese aspecto en específico, hablo más a profundidad en el post sobre por qué se alejan las mujeres cuando las validas.
Finalmente, tampoco quiero que me malinterpretes.
No se trata de ser un cretino con aires de inalcanzable.
Simplemente hay que tener equilibrio, un balance entre el dar y el retener.
Eso se aprende únicamente calibrando, lo cual, si no sabes qué es, espero tener un artículo listo.
Por último, habiendo entendido el concepto de valor, te invito a leer mi post sobre lo que yo considero que hace a un hombre de “alto valor”.
No olvides que puedes dejarme tus comentarios con cualquier duda.