NECESIDADES Y DESEOS EN EL MERCADO SEXUAL Hombre Natural

Necesidades y Deseos (Mercado Sexual) ANÁLISIS PROFUNDO

Puedo decir con total seguridad que gran parte de tu éxito en el Mercado Sexual, dependerá de si sabes interpretar correctamente el comportamiento de las personas.

Es entonces cuando se vuelve indispensable conocer acerca de las Necesidades y Deseos de los humanos.

Es decir, si sabes exactamente lo que buscan, sabrás el porqué de lo que hacen y también qué ofrecer a cambio de lo que tú buscas.

Es como si cada persona fuese un mapa. Si lo sabes leer, bastará con que sigas el camino para encontrar el tesoro.

Sencillo, ¿cierto?

Bueno, no nos emocionemos tanto, porque tampoco es tan simple.

Al final te explicaré por qué.

Por ahora, asegúrate de prestar mucha atención a la siguiente información, ya que es esencial para entender los demás conceptos y estrategias del Mercado Sexual.

Empezamos.

Nota: para un óptimo entendimiento, recuerda leer antes el post sobre qué es el Mercado Sexual.

¿Qué Son las Necesidades y Deseos Humanos? 

Desde un punto de vista adaptativo, tanto las necesidades como los deseos representan la búsqueda del alcance y maximización del bienestar humano.

En esencia, las necesidades y los deseos son las diferentes facetas que guían nuestro comportamiento, impulsándonos a realizar determinadas acciones con el objetivo de satisfacerlas y así obtener placer o alivio (adaptarnos).

Esto nos interesa porque no hay excepciones en la dinámica de buscar placer y alivio.

Es decir, las necesidades y deseos son algo universal entre los humanos y estos van a intentar siempre satisfacerlos.

Por lo tanto, comprender a fondo la materia nos permite entender el comportamiento de cualquier persona, otorgándonos así una ventaja masiva para alcanzar nuestro objetivo (generar atracción).

En otras palabras, y desde la perspectiva económica del mercado sexual, sería igual a saber qué necesita o desea exactamente una persona (aunque ni esta lo sepa) y si es algo por lo cual estaría dispuesta a ofrecer valor sexual con tal de conseguirlo.

Aclarado esto, veamos primero qué diferencia hay entre necesidad y deseo.

Diferencia Entre Necesidad y Deseo

Podemos interpretar las necesidades como la carencia de aquello que nos ayuda a alcanzar o mantener un estado de bienestar neutro o positivo.

En otras palabras, las necesidades se manifiestan como respuesta a estímulos negativos (o potencialmente negativos) que ocasionan un déficit para la estabilidad física o psicológica de una persona.

Debido a esto, el satisfacer una necesidad representaría, en primera instancia, un alivio. Podría otorgar también placer, pero dependerá de la forma en que se la satisfaga.

Por otra parte, podemos definir los deseos como la búsqueda de aquello que nos causa placer físico o psicológico, pero que no necesitamos para alcanzar o mantener un estado de bienestar.

Dicho de otro modo, los deseos son la respuesta a estímulos que representan algo potencialmente placentero y, a diferencia de las necesidades, el no satisfacerlos no provocaría ningún déficit para la estabilidad física o psicológica de una persona.

imagen ilustra el bienestar humano cuando satisface un deseo y obtiene placer
La satisfacción de un deseo no siempre resulta en placer, debido a que la acción para satisfacerlo se realiza bajo un supuesto en el que se obtendría placer (no hay garantía), por lo que un deseo se satisface al momento en que se ejecuta la acción, independientemente del nivel de placer que se obtenga.

Lo que esto quiere decir es que, básicamente, el que algo sea un deseo o necesidad depende netamente de cómo tú lo sientas.

Por supuesto, hay necesidades más evidentes que otras, como el tener sueño o hambre que, de no satisfacerse, causarían inevitablemente malestar.

Pero si, por ejemplo, el querer comer chocolate, incluso si no tienes hambre, es algo que no sale de tu mente y está ahí sin dejarte llevar tus actividades prioritarias con normalidad, entonces también es una necesidad.

Diferente sería si comes chocolate a diario y te da igual si un día o dos dejas de hacerlo, o incluso más tiempo, entonces vendría a ser un simple deseo.

Lo comes porque quieres, pero no lo necesitas.

¿Y qué se supone que tiene que ver esto con el mercado sexual?

El punto de entender esta diferencia es que, dependiendo de si una persona se interesa en ti a causa de un deseo o necesidad, la interacción puede desarrollarse de diferentes maneras.

Necesidad vs Deseo en el Mercado Sexual 

Imagina que estás con mucha hambre y solo puedes elegir entre una porción de brócoli o una porción de pizza.

¿Cuál te comerías tú?

Si eres como la mayoría, seguramente escogerías la pizza porque no solo alivia el hambre, sino que también te brinda placer el comerla.

Ahora, imaginemos que tu única opción es el brócoli y de alguna manera debes parar el hambre. 

Suponiendo que el brócoli no es algo lo cual disfrutes del todo, el comerlo aliviará tu hambre, pero no será una experiencia muy de tu agrado. 

No te otorgará placer, solo alivio y dejarás de comerlo en el instante en que dejes de sentir hambre. 

En este último escenario, el valor del brócoli queda limitado a únicamente cuando exista la necesidad de hambre, ya que no existen estímulos del brócoli que generen un deseo genuino de querer comerlo por simple placer.

Diferente es el caso de la pizza que, aun si no se tiene hambre, tiene la capacidad de abrir el apetito por su potencial sabor placentero, el cual provoca un deseo sensorial.

La satisfacción de las necesidades y deseos no siempre implica la obtención de placer; sin embargo, satisfacer una necesidad siempre proporcionará alivio, de lo contrario, no se consideraría satisfecha la necesidad.

Si transportamos este principio al mercado sexual, podremos notar que sucede exactamente igual. 

Hay hombres cuya estrategia básica para hacerse notar es solucionando problemas de sus intereses amorosos y no se dan cuenta que obtienen su valor únicamente cuando existe una necesidad que ellos pueden cubrir.

Los ven como elementos de potencial alivio y no potencial placer.

Es por eso que, una vez satisfecha la necesidad, estos pierden proporcionalmente su valor y son descartados cuando no logran otorgar placer en ningún sentido, únicamente alivio.

Otros logran mantenerse en una relación simplemente porque su ausencia significaría el resurgimiento de la necesidad que cubren. Esto se da principalmente con el tema de la estabilidad económica o paternal.

Quizá podría servir de apalancamiento para luego transmitir placer en un diferente sentido, ya que esto es indispensable para generar verdadero aprecio por parte de la otra persona.

Pero si no se lo logra, su valor dependerá netamente de la magnitud de la necesidad de la otra persona y será descartado cuando la necesidad sea satisfecha o se encuentre otro medio (persona o cosa) que la logre cubrir con mayor eficacia.

Diversos escenarios como los de infidelidad, friendzone, aquellos donde los nice guys son rechazados o aquellos escenarios donde el sexo empieza a escasear una vez iniciado el matrimonio, toman total sentido entendiendo este principio y, por lo tanto, se hace más fácil llegar a una solución.

La pregunta ahora es: ¿qué sería lo ideal? 

Lo ideal, y teóricamente más sano, es que una persona esté interesada en ti producto de un deseo y no una necesidad. 

Asimismo, que seas tú el estímulo que le produzca el deseo de estar contigo y no dependas de estímulos externos, porque eso también te haría un simple “medio” y ya sabes que los “medios” siempre pueden ser reemplazados.

Hay que ser proveedor de placer, no proveedor de elementos que proveen placer.

Pero repito, esto sería lo teóricamente más sano. 

No me quiero desviar, hablaré de estos temas más a detalle en otros artículos.

Continuemos.

¿Cuáles Son Las Necesidades y Deseos del Ser Humano? 

Existe mucha literatura con respecto a cuáles son las necesidades y deseos del ser humano.

Entre los modelos desarrollados, uno de los más famosos es el de la pirámide de Maslow.

Esta pirámide es de gran utilidad para darnos una idea rápida sobre el tema.

No obstante, conceptos tan abstractos, como el amor o la amistad, no nos sirven para entender correctamente el mercado sexual.

Por esa razón, iremos un paso más atrás para analizar el trasfondo del origen de estas necesidades y deseos.

Necesidades y Deseos de Supervivencia

Desde un punto de vista sumamente básico y objetivo, el ser humano, para adaptarse y sobrevivir, únicamente requiere cubrir las necesidades de su homeostasis.

Es decir, todo lo relacionado con el buen funcionamiento de su organismo (alimento, agua, descanso y demás necesidades fisiológicas).

Esto debería ser más que suficiente para mantenernos contentos y estar tranquilos.

Sin embargo, sabemos que no es así.

Necesidades y Deseos Sexuales 

En organismos más complejos, como el del ser humano, también aparece el sexo como una estrategia de reproducción más eficaz que la asexual para sobrevivir a los cambios del entorno.

Esto se debe al beneficio de una mayor diversidad genética que el sexo proporciona.

Aun así, aquello no significa que busquemos tener sexo porque consciente o inconscientemente estemos programados para buscar ese fin reproductivo.

En un sentido puramente sexual, o sea, tener sexo por tener (sin involucrar lo social o monetario), nuestra motivación es simplemente el inmenso placer que nos brinda y es de ahí de donde obtiene su valor.

Tenemos entonces dos tipos de necesidades y deseos hasta ahora: Los de supervivencia y los sexuales.

¿De dónde aparecen las demás necesidades?

Para satisfacer los dos tipos de necesidades primarias (supervivencia y sexuales), se requiere de una evaluación del entorno para determinar cuáles son los elementos que mejor nos ayudan a satisfacerlas, por supuesto.

Tanto en un contexto alimenticio, como en uno sexual… 

¿Te comerías lo primero que te pongan enfrente?

No lo creo.

Para llevar a cabo esa tarea, hemos ido desarrollando la capacidad para procesar la información sensorial y cognitiva de lo que nos rodea.

Con la información que recibimos de nuestro organismo y de los elementos de nuestro entorno, determinamos qué hacer bajo contextos específicos, educándonos así para futuras situaciones donde se presenten necesidades o deseos similares.

Afortunada o desafortunadamente, y a medida que aumenta nuestra capacidad cognitiva, el entendimiento y la consciencia de diferentes contextos de nuestro entorno también se expande, dando origen a un nuevo tipo de deseos y necesidades: los de seguridad y los sociales.

Necesidades y Deseos de Seguridad 

Las necesidades de seguridad son precauciones ante posibles carencias o peligros futuros de los que tenemos consciencia.

Estas pueden surgir de la incertidumbre sobre si podremos satisfacer nuestras necesidades básicas o de amenazas a nuestra integridad física, como vivir en áreas de elevadas tasas de crimen.

Aunque actualmente no enfrentemos carencias, nuestro cerebro nos podría castigar con estrés para motivarnos a buscar reducir estos riesgos.

Las encasillamos entonces junto con las necesidades de supervivencia, aunque sean de un aspecto psicológico.

Y, como otras necesidades de supervivencia que se pueden solventar con dinero, estas necesidades pueden motivar a alguien a ofrecer beneficios sexuales a cambio de la anhelada estabilidad, ya sea física o financiera.

Necesidades y Deseos Sociales

Por otra parte, las necesidades y deseos sociales tienen que ver con el surgimiento de la consciencia acerca de que otros seres con capacidad cognitiva también pueden juzgar nuestra valía. 

De aquí se origina la necesidad o deseo de obtener validación social, ya sea de un individuo en específico o de un grupo de personas.

Nuestro cerebro, teniendo ahora a su disposición este nuevo tipo de información, no dudará en utilizarla también para refinar aún más su proceso adaptativo, castigándonos con dolor cuando perciba un contexto donde hemos sido invalidados socialmente y premiándonos con placer cuando seamos validados, como por ejemplo:

  • El obtener prestigio por ganar un campeonato
  • El sentirse invalidado cuando te clavan el visto chateando
  • Los celos al sentirte menos valorado que un tercero
  • La idea de obtener estatus con un Iphone
  • El ser rechazados sexualmente

De esta forma, nos motiva a evitar los comportamientos socialmente negativos y a buscar los socialmente positivos o, en palabras más sencillas, buscar validación social.

De aquí es de donde, dependiendo del contexto, tiene su origen lo que conocemos como amistad, amor y todo tipo de relación social.

Ahora, este deseo o necesidad es un elemento clave para el éxito en el Mercado Sexual. 

A diferencia de las necesidades de supervivencia, donde la satisfacción no tiene por qué involucrar a otra persona y, si lo hace, sería como un medio únicamente, en el caso de la validación social, la satisfacción se obtiene directamente de otra persona.

Te explico.

Una persona “A” genera un deseo o necesidad de validación social en una persona “B”.

Es decir, la persona “B” busca la validación de la persona “A” en sí, de modo que la validación de “A” se convierte en el fin para conseguir el alivio o placer que busca la persona “B”. 

El elemento al que se le otorga mayor valor es el que transmite la experiencia sensorial o cognitiva que percibimos con potencial placer y no tanto al que funciona como un simple medio.

Por lo que, la persona “A”, tendrá un valor equivalente a la magnitud de la necesidad o deseo de la persona “B” por sentirse validada.

Y, al igual que un plato de comida, cuyas cualidades se perciben exponencialmente más apetecibles cuando se tiene mucha hambre, la percepción que se tiene de otra persona puede mejorar mucho para aquellos que buscan su validación.

De manera que, si este valor es lo suficientemente elevado, y si ambas partes lo ven conveniente, “A” puede intercambiar su validación por los beneficios sexuales de la persona “B”.

Traducido a la realidad, la persona “B” conseguirá la sensación de sentirse validada a través del acto sexual, independientemente si esto también le otorga placer sexual o no, ya que su motivación principal sería algo más relacionado con el alivio o placer de sentirse “digno” de la persona “A”.

Esto es lo que hace a la Validación Social especialmente útil en el Mercado Sexual.

Repito, si se posee suficiente valor social, este puede ser intercambiado por beneficios de similar valor sexual.

Esta es la razón de por qué los famosos obtienen sexo con tanta facilidad, ya que pueden otorgar gran placer a través de su validación, independientemente de su físico.

Desde luego, este es un ejemplo extremo. No es necesario ser famoso para poder hacer uso de la validación social.

Debido a la complejidad e importancia de la validación social para tener éxito en el mercado sexual, la profundizaremos en otro artículo.

Prosigamos.

Necesidades y Deseos de autovalidación 

Casi finalizando, tenemos las necesidades y deseos de autovalidación. 

Lo que sucede es que el ser humano no se adapta evaluando el entorno y listo. 

No.

Esta evaluación siempre se contrasta con una autoevaluación, ya que a través de este proceso es como determinamos el valor de los elementos, si nos beneficia o nos daña, y cómo nos comparamos con los demás (si son iguales, superiores o inferiores en valor).

Esto influye en nuestras acciones, ya que puede cambiar la manera en que percibimos los elementos con los que interactuamos.

Te doy unos ejemplos.

El valor de una barra de chocolate queda determinado dependiendo de si NOS gusta su sabor o no, o si sabemos que NOS hace daño o no al consumirlo.

Asimismo, retomando el tema de Adam Driver, una chica con un estatus social promedio va a percibirlo con un inmenso valor social porque su cerebro contrasta su propio estatus social versus el de él, y la diferencia es bien grande.

Sin embargo, si la chica fuese Sydney Sweeny, cuyo estatus al momento de escribir este post podríamos decir que es igual o superior al de Adam Driver, esta no lo va a percibir con el mismo valor social con el que lo percibiría la chica promedio.

Otro ejemplo, y sin intención de discriminar, sería una persona cuya autoestima se vea afectada, ya sea por alguna lesión, enfermedad, mala alimentación o lo que sea, de modo que esta, inconscientemente, podría bajar sus estándares con respecto a las personas en las que se fija físicamente.

No obstante, habrá contextos donde esta autoevaluación no esté ligada a ninguna otra necesidad o deseo en particular y quede simplemente en un deseo de autosuperación, lo cual Maslow lo relacionaba con el querer sentirse autorrealizado, pero que también se puede apreciar en situaciones menos obvias de nuestra vida.

Básicamente, se refiere a toda situación en donde queremos “probarnos algo a nosotros mismos”.

  • Completar algún videojuego
  • Romper nuestros propios récords en alguna actividad cualquiera
  • Completar algún wish list de lujuria, como tener alguna experiencia carnal grupal o con una asiática (me invento) solo para satisfacción propia, independiente de lo que piensen los demás.

Creo que se entiende el punto.

Continuemos.

Necesidades y Deseos Sensoriales/Cognitivos

Para finalizar, tenemos a las necesidades y deseos sensoriales/cognitivos, los cuales, al igual que la autoevaluación, también tienen un rol implícito en el proceso adaptativo de los demás aspectos mencionados (supervivencia, sexual, social). 

A pesar de que basados en esta información es que también determinamos la potencial valía de los elementos, habrá situaciones donde la recepción de la información sensorial o cognitiva sea causa de alivio o placer, aun cuando la información no esté ligada a la satisfacción de otros deseos o necesidades.

El sonido del mar, el sentir una brisa, escuchar música, comer por gusto y no por hambre, ver piezas de arte, todos estos son deseos sensoriales.

Mientras que, en el aspecto cognitivo, tenemos la lectura de poesía o algún show de comedia. 

Y ahora sí, la pregunta del millón es la siguiente: 

¿Qué tiene que ver todo esto con el mercado sexual?

¿Cómo podemos sacar provecho entendiendo esto?

Análisis y Conclusión 

Tenemos todas estas necesidades y deseos que, en teoría, si son lo suficientemente fuertes y si uno posee el tipo de valor necesario para cubrirlas, entonces bien se podría llegar a una transacción donde se pueda conseguir un beneficio sexual.

Es decir, difícilmente nos encontraremos un escenario donde una persona le ofrezca favores sexuales a otra a cambio de un helado de vainilla (valor sensorial).

Lo que sí se suele evidenciar es situaciones donde personas, por ejemplo, con tal de ir a un concierto (valor sensorial, cognitivo, social, autovalidación), terminan pagando la entrada en la cama de otra persona con valor sexual en vez de valor monetario. 

Por supuesto, eso es algo mucho más realista si nos ponemos a comparar el peso del valor total ofrecido por ambas partes.

A fin de cuentas, todos somos economistas y bajo la dinámica de buscar el mayor beneficio (placer o alivio) al menor costo es que nos manejamos en todos los aspectos de nuestra vida. 

Ahora, lo que nos interesa es organizar y simplificar todas estas necesidades y deseos para identificar claramente el tipo de valor que debemos enfocarnos en obtener.

Dado que hablamos del mercado sexual, lo óptimo sería enfocarnos primero en aquellas necesidades y deseos cuya satisfacción requiera un valor intrínseco de parte nuestra, o sea, que seamos el fin y no un medio para su satisfacción.

Por obvias razones, las necesidades y deseos sexuales serían lo prioritario.

Con respecto al resto, teniendo en cuenta que la información sensorial, cognitiva y de autoevaluación ya está implícita en todos los tipos de necesidades (poco podemos hacer por las preferencias en un contexto puro, se las mencionará cuando sea requerido), a mi criterio, simplificaría y ordenaría las necesidades y deseos, para fines pedagógicos y de comodidad, de la siguiente manera:  

NECESIDADES Y DESEOS DE MERCADO SEXUAL Hombre Natural
Es de aquí de donde se origina el popularmente conocido como Valor de Mercado Sexual o VMS.

Como te podrás imaginar, la mayoría de las personas no parece comprender lo que verdaderamente necesitan o desean cuando se trata de amor y sexo.

Predican un montón de cosas, pero al momento de la verdad, su actuar es diferente o totalmente opuesto.

Las necesidades y deseos de una persona reflejan lo que hacen, mas no lo que dicen, por lo que es su comportamiento lo que debemos analizar.

Al inicio de este artículo mencioné que entender las necesidades y deseos de una persona es como tener un mapa con el cual podemos identificar qué camino tomar para llegar a cierto objetivo. 

Sin embargo, el hecho de conocer el camino, no significa que poseamos todas las herramientas (valor) requeridas para atravesarlo (satisfacer necesidades) o, mejor aún, abrir atajos (estímulos para crear necesidades).

MECANISMO DE ADAPTACION POR NECESIDADES Y DESEOS Hombre Natural

Así, nos queda la última incógnita de la cual hablaremos en el siguiente artículo, donde profundizaremos el concepto del Valor de Mercado Sexual.

No olvides dejarme tu comentario con cualquier duda que tengas.

Bibliografía

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